En este primer nivel pretendemos conocer las impresiones finales de los asistentes a las acciones formativas en caliente, recién terminado el curso: qué opinión tienen de la formación recibida, qué interés ha suscitado el tema, la participación, la conformidad con el profesorado, las condiciones organizativas y el grado de aprendizaje obtenido.
Por otra parte, pretendemos que los alumnos se autoevalúen de acuerdo con los objetivos de cada curso y que ellos conocen. Ello nos permite, además, valorar la adecuación de los contenidos de las acciones formativas a los objetivos establecidos, dándonos pistas sobre posibles mejoras o acciones correctoras, si fuera el caso.
Al finalizar toda acción formativa se pasa a los participantes un cuestionario de evaluación de la satisfacción para que expresen sus opiniones y valoraciones sobre la acción formativa recibida.
El cuestionario que venimos utilizando desde hace ya algunos años consta de 12 ítems de respuesta cerrada, y 3 de respuesta abierta En él se les pide a los participantes su valoración sobre los siguientes aspectos concretos de la formación: contenidos del curso, práctica docente, organización del curso, autoevaluación de aprendizaje, grado global de satisfacción. Por último, las tres preguntas abiertas van destinadas a expresar sus propuestas para la mejora del curso, indicar sus necesidades formativas y manifestar cuantas observaciones crean convenientes.
Esta información resulta muy útil tanto a los coordinadores de cursos del Departamento como a los propios formadores para conocer de primera mano las primeras impresiones acerca del desarrollo de los cursos, a la vez que sirven de ayuda para plantearse posibles modificaciones, si fuera el caso.